Hormas y caballete
Pegando tacones
Esta es la historia del zapatero de un pueblo de León... Era mi padre y se llamaba Mateo, cuando yo era muy niña me contaba como se hizo zapatero
Siendo muy niño él y sus dos hermanos se quedaron solos con su madre, pues su padre emigró a la Argentina de donde nunca mas volvió.
Su madre tambien cayó enferma y falleció, quedando los tres hermanos solos, a los dos pequeños los llevaron al Hospicio y el mayor no se supo que vida hizo, en mi casa se le recordaba como el "tio pobre".
Cuando salió del Hospicio ya con su oficio de zapatero, se instaló en casa de sus padres, al poco tienpo se casó formando una famila de la que nacieron cinco hijos, que entre ellos estaba yo que era la mas pequeña y la mas revoltosa, no media un palmo y se me daban muy bien las trastadas que organizaba.
Siguiendo el camino del zapatero lo recuerdo tan bien que a veces lo siento cerca. La casa del pueblo era grande pero muy destartalada, recuerdo, que el taller estaba en una habitación que al lado habia un dormitorio donde solo cabia una cama y no tenia ventana, mas tarde hicieron un taller nuevo este sí que era de ladrillo con un buen ventanal que daba al huerto, donde teniamos arboles y una enrredadera que nos daba sombra en verano.
El mobiliario del taller consistia en una estanteria donde se acumulaban los zapatos hormas libros y entre otras cosas estaba la radio donde escuchabamos las novelas y las noticias, era una de las cosas que le gustaba mucho, tambien estaba la mesa una silla para mi madre pues ella le ayudaba a coser zapatos.
El zapatero se sentaba en un sitial forrado por el, de cuero al igual que el mandil tambien de cuero. Habia una estufa de carbon donde nos calentábamos en el invierno,dos bancos donde los honbres de pueblo que eran muy listos se pasaban las tardes con el zapatero porque allí se estaba calentito y no se gastaba nada, mi padre era una persona buena y paciente , su trabajo a parte de arreglar toda clase de zapatos era artesanal; los zapatos de artesania consistian en unas piezas cortadas y se empleaban varios hilos de cáñamo retorcidos y untados con pez, un producto que no se de que era; por lo que he leido en internet se llama celote y creo que es un envuelto de galipote, esos hilos se llaman cudillos la verdad que olian muy mal.
Una vez cortadas las formas las montaba en las hormas donde les daba daba la forma definitiva,tenia gran especialidad en confeccionar éstos zapatos de artesania, si su cliente tenia defectos en los pies el se los hacia a medida cosa que en las tiendas no los encontraban.
Tenía un gran problema y es que a la hora de cobrar ya no era tan excelente, ¡¡¡¡ cuanto trabajo se le iría sin pagar en aquel pueblo porque el que podía se escaqueaba de pagar los arreglos del zapatero!!!!. Cuantas veces me mandó a mi con una nota para ver si me pagaban.
Una de las cosas que me gustaba eran los domingos cuando se vestía con su traje nuevo y su sombrero a juego nos íbamos a misa porque tambien hacia de sacristan, en las misas de funeral el era el que cantaba el requiem a los difuntos.
En los tiempos en que ejercia de zapatero ninguno de los dos hijos escogió el oficio, pero al pasar los años mi hermano Tomas se lo pensó e hizo unos cursillos y es él el que tiene un taller moderno con una buena maquinaria , está instalado en Leon y se llama "El Rapidillo de Tomas".
Como herencia de nuestro padre conserva el sitial o banqueta ...y cada vez que la veo parece que estoy viendo a Mateo trabajando con sus zapatos martillo y suelas.... seguro que allá donde esté pues hace muchos años que nos dejó, seguirá con su oficio de zapatero remendón.
Desde aqui hasta el cielo... UN BESO PAPA.
